lunes, 25 de febrero de 2008

"El puente de la visión" Antología de los diarios de Eugène Delacroix

-Introducción por Guillermo Solana Diez-
"Me he dicho cien veces", anota Delacroix en sus Diarios, "que la pintura, es decir, la pintura material, no era más que el pretexto, nada más que el puente entre el espíritu del pintor y el del espectador" (22)
Lo primero que conviene destacar en esta definición es que trasciende una consideración meramente óptica de la pintura para destacar su valor comunicativo, cuasi linguístico. Diderot ya había advertido en su Salón de 1765: "La pintura es el arte de llegar al alma por mediación de los ojos. Si el efecto se detiene en los ojos, el pintor no ha recorrido sino la parte menor del camino (23). Delacroix por su parte afirma: "La principal fuente del interés (en la pintura) procede del alma y se dirige al alma del espectador de una manera irresistible" (24)
Pero si hay en pintura un signigicado y una comunicación espiritual, el puente de la visión determina su naturaleza específica. En el sistema de las artes vigente todavía en la primera mital del siglo XIX apenes se concede autonomá a los medios y valores expresivos de la pintura. Aún impera el ut pictura poesis, principio de la teoría humanística de las artes según el cual la pintura, como la literatura, es imitación de la acción humana y comprte sus temas, contenidos y fines con las letras. Delacroix asume, sin duda ciertos elementos de esta doctrina tradicional; así por ejemplo, la superioridad de la pintura de historia sobre los géneros privados de figuras y de asunto literario (el paisaje puro, la naturaleza muerta). Toda la obra de Delacroix tiene un sustrato narrativo inspierado en las fuentes de la literatura universal. Theophile Gautier lo celebra diciendo que "si ejecutaba como pintor, pensaba como poeta y el fondo de su talento estaba hecho de literatura" (25) Sin embargo, el propio Delacroix rehúsa este dudoso elogio. En una carta al crítico Théophile Thoré, se queja de que se le juzgue siempre con "ideas de literatos", de que se le pidan incluso semejantes ideas, el no quiere sino tener "ideas de pintor"
Para comprender la fundamentación de la autonomía de la pintura en Delacroix hay que recordar, siquiera brevemente, su planteamiento del parangón entre las artes (27). Este tópico del parangón había cumplido inicialmente- por ejemplo, en el tratado de la pintura de Leonardo Da Vinci- la misión de reclamar y justificar la dignidad intelectual y social de la pintura. Agotada esa función histórica, el parangón de Delacroix no interesa tanto por la reivindicación de la superioridad de la pintura sobre otras artes, cuanto por el intento de establecer lo peculiar de la expresión pictórica.
Ya en las primeras páginas de sus Diarios apunta Delacroix la diferencia entre el "lenguaje" de la pintura y el lenguaje propiamente dicho de la escritura. "Cuando he hecho un bello cuadro no he escrito un pensamiento. Eso dicen. Qué simples son! Despojan a la pintura de todas sus ventajas. (...) El arte del pintor es tanto más íntimo al corazón del hombre cuanto que parece más material" (28) La pintura es una escritura más material en la medida en que preserva el valor del "signo visible", que en la literatura desaparece al sentido. Pero a la vez, las figuras tangibles de la pintura hacia "la sensación misteriosa y profunda" que tal vez escapa a la obra literaria(29). Esto es, la pintura permite una comunicación más sutil, casi telepática, a través de elementos como la línea, el valor, el color.
(...) Las mejores páginas de crítica de Baudelaire sobre Delacroix están destinadas a desentrañar este don de evocar por la pintura "lo invisible", lo "impalpable", "el alma"; Delacroix, según Baudelaire "es el más sugestivo de los pintores" (31)

sábado, 23 de febrero de 2008

puentes


eduardo faradje

más puertos y puentes, más pintura!!!




alejandro segovia

Benito Quinquela













puertos



eugenio daneri








Fortunato Lacámera

domingo, 17 de febrero de 2008

en honor...


jan van eyck -el matrimonio arnolfini-